Belleza Femenina: ¿Por qué tardamos más que los hombres?

Durante décadas ha existido el mito de que las mujeres tardamos más en arreglarnos para salir que los hombres, ya sea para ir a la escuela o para ir a la mejor de las fiestas, el sexo femenino es señalado por ser el más vanidoso de los dos.

No obstante, y a pesar de que algunos hombres pecan de ser extremadamente vanidosos, lo cierto es que una mujer se demora más por circunstancias que nada tienen que ver con las habilidades para vestirse con rapidez.


Por ejemplo, un hombre puede durar alrededor de cinco a diez minutos en la ducha y otros cinco afeitándose la barba, mientras que las mujeres demoramos arriba de los veinte minutos enjuagándonos el abundante cabello y depilándonos las piernas.

Terminado el baño, un chico seca rápidamente su corto cabello y se aplica un poco de fijador para darle forma y un estilo para todos los días; en cambio una chica, debe primero secarlo por completo y elegir un estilo para cada día.

Y si de la ropa se trata, combinar la camisa con el pantalón no se compara para nada, ya que ellos no se ven en el apuro de combinar, además, el maquillaje, la bolsa, los zapatos y algunos accesorios para que no se vea “escueto” el atuendo elegido para la ocasión.

Porque hablando de elegir atuendos según la ocasión, los hombres tienen fácilmente resuelto este rubro, ya que con solo fajarse la camisa adquieren un toque de formalidad, con una corbata le agregan finura y con un saco le brindan elegancia.

Un mismo traje puede ser utilizado con varias camisas y corbatas sin ser criticado por repetir el outfit. En cambio, las mujeres tenemos diferentes códigos para vestirnos según lo marca, la ocasión y, en la mayoría de las veces, sí llegamos a ser mal vistas por la gente si repetimos alguna de las prendas.

Tal vez si usas la misma blusa para ir a una discoteca y luego para una reunión casual no sea tan importante. En cambio, no es bien visto utilizar un mismo vestido de gala dos veces, aún cuando cada uno de ellos resulte severamente costoso, por lo que seguramente muchas tenemos una pequeña colección de vestidos de graduación que ya no volvimos a utilizar nunca más.

Por otro lado un hombre con saco, camisa y corbata no necesita, por lo regular, completar su look con diversos accesorios. Tal vez un reloj y unos zapatos bien lustrados le agregue estilo a su vestimenta, quizás un cinturón discreto,  pero si no los lleva todos no luce menos bien. Ni que decir de la cartera, esa ni siquiera se les ve.

Entonces imaginarse a una mujer con un excelente vestido pero sin aretes ni pulseras o collares, sin cargar un bolso y sin maquillaje no resulta tan sencillo. Todos son elementos claves para que lo que se lleva puesto luzca de maravilla. Además, a las mujeres no nos basta con tener zapatos “perfectamente lustrados”. Va más allá de eso.

Y si empezara a hablar de lo que cada género gasta por verse bien y arreglarse, no terminaremos nunca.

Tan solo me gustaría decir que un traje de alrededor de 100 dólares puede servir para infinitas ocasiones, a diferencia de los vestidos para damas, o el dineral que se gasta en maquillajes, tintes para el cabello, uñas, accesorios y mil pares de zapatos.

Porque les apuesto que un hombre con cinco pares de zapatos tiene, y se me hacen muchos. Tal vez el día que aprendan a caminar en tacones valoren el esfuerzo que hacemos por lucir bellas, porque honestamente, se quejan de lo mucho que tardamos pero si no salimos perfectamente arregladas no quedarían para nada satisfechos.