domingo, 23 de mayo de 2010

Damnación

“Dejad a los niños venir a mí, y no se los impidáis; por que de los tales es el reino de los cielos”
Mateo 19:14

Tocar a la Iglesia Católica es nuestro país no es algo sencillo, y más cuando es la institución en la que más confianza tienen los mexicanos. Pero a partir de que fue ventilado el caso de Marcial Maciel en contra de los suyos, se revelaron un sinfín de casos de abuso sexual hacia menores protagonizados por sacerdotes católicos.


El problema no es nuevo, siempre ha existido, pero la Iglesia en asociación con el gobierno, ha podido seguir realizando estos abusos tan reprobables por los feligreses, y poniéndonos a reflexionar ¿dónde esta el Estado laico? ¿Por qué las autoridades no meten en prisión a padres pederastas?

Lo anterior es solo la parte menor del problema, la Iglesia Católica se encuentra en una difícil encrucijada. Por una parte, cada vez son más los casos que se hacen públicos de abuso sexual, por parte de los presbíteros. Otra es, que la Iglesia durante años ha condenado a la homosexualidad, y en fechas recientes el Papa Benedicto XVI, ha reconocido la existencia de padres homosexuales, además de tener que aceptar los casos de padres pederastas.

Tal es la crisis que padece la iglesia que el Papa ha pedido a todos los sacerdotes a actuar con “coherencia”. Es decir, no salir de los lineamientos ordenados por los cánones católicos. Pero eso no devuelve a las familias, y a las victimas de abuso sexual, su integridad, o la misma confianza hacia su fe.

Mientas tanto siguen impunes miles de casos de abuso sexual por parte de sacerdotes, ¿por que las autoridades no aplican todo el rigor del Estado? ¿Cuántos casos más de abusos sexual se deben de ventilar? El que la iglesia reconozca estos delitos implica que siente la presión de la sociedad, y de los medios de comunicación que ya hacen públicos los casos de abusos. Y que la gente prefiere cuestionar y/o dejar de creer en lo que por años han creído. Por que lo que la iglesia ha hecho con los menores abusados es mera traición.

La solución es fácil, pero puede llegar a ser la más difícil. Esto es, dejar de creer en los “representantes” de dios en la tierra. Sí durante milenios la Iglesia se ha encargado de decir en su discurso que dios existe en los corazones de sus creyentes, esto implicaría que la conexión debe de ser solo entre Dios y el creyente y dejar de lado a sus voceros en la Tierra. Por que lo más importante es mantener tranquilos a los pequeños creyentes, de las porquerías que cometen algunos sacerdotes.

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